Dramaturgo, poeta, actor y empresario teatral, nacido en Bogotá en 1896, muerto en la misma ciudad en 1966. Luis Enrique Osorio hizo sus estudios en el Colegio de Nuestra Señora del Rosario y después en las facultades de ingeniería y leyes de la Universidad Nacional, pero no terminó ninguna de las dos carreras. Aficionado a la música, especialmente hábil para la composición e interpretación del piano, esto le sirvió para la creación de comedias musicales. De personalidad rebelde y fogosa, trotamundos por América y Europa, su vida podría confundirse con una novela de aventuras. En política fue de ideas liberales, en el sentido amplio de la palabra, aunque de manera ligera fue calificado en algunos momentos de su vida como comunista. Fundó las revistas La novela semanal, El Cuento semanal y Teatro. Estuvo vinculado a la pedagogía durante 12 años y luego se dedicó al periodismo como corresponsal y columnista. Prolífico escritor, algunas de sus poesías se encuentran en el libro titulado Romances (1933) y en cuanto a la narrativa, es autor de las novelas Primer amor (1915), Lo que brilla (1917) y ¿Quién mató a Dios? (1965). Durante su permanencia en Argentina escribió una veintena de novelas cortas, entre las cuales se encuentra El cementerio de los vivos, Sueños fugaces, Malos ojos, Los que jugaban al amor y La mágica ciudad del cine. En 1932 publicó una colección de cuentos cortos escritos entre 1920 y 1932, bajo el título Cuentos de mujeres. Sin embargo, el género que más le gustó y en el que se destacó fue el dramático. Su obra dramaturgia comprende: Flor tardía (1918), estrenada en el Teatro Municipal de Bogotá en 1917 por la compañía española de Agustín Sen y Angela Torrijos; La ciudad alegre y coreográfica, zarzuela inédita estrenada en el Teatro del Bosque de Bogotá en 1917 por la Compañía Palou-Planells; La sombra (1920), comedia estrenada en Caracas por la compañía de Manolo Puértolas; El amor de los escombros (1921), drama estrenado por Julio Taboada y María Teresa Montoya en el Teatro Ideal de México en 1920, reestrenada en el Teatro Municipal de Bogotá en 1921 por la compañía Gobelay-Fábregas, y traducida al inglés por Max Emmanuel Kahn con el título Out of Ruins; también en 1921, Las raposas, Los celos del fantasma, El loco de moda, editada en 1962, y El beso del muerto, obras estrenadas por el actor argentino Enrique Rosas durante la estadía de Osorio en ese país en 1921; Sed de justicia (1921, inédita), comedia estrenada en Bogotá por la compañía Gobelay-Fábregas; y La culpable, comedia estrenada por la Compañía Dramática Nacional que él mismo organizó en 1924. Durante su permanencia en Francia, Osorio escribió dos obras con influencia de la "escuela del silencio", fundada por Denis Amiel y Jean-Jacques Bernard; estas fueron Les créateurs, presentada en el Teatro Michel de París en 1926 bajo la dirección de Fernand Bastide (la edición española apareció con el título Los creadores); y Madette, traducida al español con el título Tragedia íntima: drama en cuatro actos, estrenable dentro de cincuenta años en el teatro nacional de Tartuja, estrenada en Bogotá en 1944. También en París, Osorio escribió E1 iluminado. Posteriormente Luis Enrique Osorio abandonó el teatro por un tiempo, hasta que en 1943 fundó la Compañía Bogotana de Comedias, con la que estrenó ese año las siguientes obras: El doctor Manzanillo (editada en 1965), Nudo ciego y Knock o el triunfo de la medicina, comedias inéditas; en 1944 estrenó las comedias Adentro los de corrosca (1964), Entre cómicos te has de ver (1962) y Manzanillo en el poder (1964); en 1945: Bombas a domicilio y E1 hombre que hacía soñar, inéditas; en 1946: Préstame tu marido (1963), Paro femenino (1964) y Rancho ardiendo (1964); en 1947: Los espíritus andan sueltos (1963) y El Rajá de Pasturacha (1964); en 1948: Toque de queda (1963), Nube de abril (1963) y La imperfecta casada (1963); en 1949: ¡Ahí sos, camisón rosao! (1963); en 1950: El zar de precios (1963) y Al son que me toquen bailo (inédita); en 1951: El cantar de la tierra (1963), Lo que el diablo se llevó (inédita); y en 1952: La familia política (inédita). En el Teatro de la Comedia presentó, en 1953, Sí mi teniente (1963); en 1954, Que tu esposa no lo sepa (1963); en 1955, La ruta inmortal: De Belén a1 calvario, pieza religiosa (1964); en 1960, Pájaros grises (inédita); y en 1962, Aspasia, cortesana de Mileto (1963), estrenada en el Teatro de Colón de Bogotá por la Compañía Santafereña de Teatro. Los temas preferidos por Osorio fueron de costumbres y sátira nacional, crítica social, históricos y psicológicos, con el amor como trasfondo de varias obras. Poseía un estilo sencillo, ingenioso y humorístico. La mayoría de los personajes y nombres encierran un simbolismo obvio y gracioso.
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El público pudo identificarse fácilmente con los personajes, y varios de ellos se convirtieron en prototipos o se integraron al vocabulario del común de la gente como calificativo de personajes nacionales, actividades y situaciones. Osorio organizó en 1924 la Compañía Dramática Nacional; en 1943, la Compañía Bogotana de Comedias; en 1960, La Escala. Con Rómulo Betancourt, construyó en 1952 el teatro La Comedia. Entre 1957 y 1958, en la Universidad de Stanford (California), dirigió el grupo bilingüe Anglo-Spanish Players.
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La Compañía Bogotana de Comedias ha sido de las pocas agrupaciones teatrales en el país que se han convertido en empresas rentables económicamente. No sólo el público bogotano, sino el de todo el país, pues la compañía emprendía largas giras artísticas cada año, acudió durante más de una década a aplaudirla. Osorio no sólo escribía, sino que ideaba fórmulas para ganar y conservar su público. Por ejemplo, desempolvó el "final de fiesta" usado en el teatro europeo del siglo XVIII y le dio sabor criollo: después de las funciones dramáticas se oían los aires y se veían los bailes de todas las regiones del país, incluyendo los populares tangos y rancheras.
La Compañía Bogotana de Comedias ha sido de las pocas agrupaciones teatrales en el país que se han convertido en empresas rentables económicamente. No sólo el público bogotano, sino el de todo el país, pues la compañía emprendía largas giras artísticas cada año, acudió durante más de una década a aplaudirla. Osorio no sólo escribía, sino que ideaba fórmulas para ganar y conservar su público. Por ejemplo, desempolvó el "final de fiesta" usado en el teatro europeo del siglo XVIII y le dio sabor criollo: después de las funciones dramáticas se oían los aires y se veían los bailes de todas las regiones del país, incluyendo los populares tangos y rancheras.
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Facilitó el transporte a los barrios populares desde el Teatro Municipal, en el centro de la ciudad, e infinidad de otros "ganchos" más. Seguramente debido al gran éxito que tuvo con la Compañía Bogotana de Comedias, algunas obras no alcanzaron, desde el punto de vista literario, gran elaboración. Sobre Osorio recayó la presión de un público popular que le pedía continuamente nuevos montajes. Esta situación era ideal para él, pues concordaba con sus principios sobre el quehacer teatral; a propósito, en 1926 dijo: «Nadie ignora que el teatro es el arte que más se subordina a las conveniencias económicas. El poeta, el novelista, el articulista, desarrollan una labor más o menos personal y pueden, desde el principio de su carrera, imponer un gusto y hacerse acreedores, sin grave perjuicio, a la incomprensión de sus semejantes. En cambio, el autor teatral necesita ceñir su personalidad a un sinnúmero de accidentes; no puede surgir sino mediante un esfuerzo colectivo, donde entran en juego diversos intereses: los cálculos de un empresario, y ante todo el que se ha dado en llamar "el gusto del público", a quien todo lo demás se subordina». Osorio poseía características y habilidades para las artes escénicas que lo hicieron un hombre integral de teatro: dominio de la técnica dramática, conocedor de la escena y sus secretos, director, actor, músico, estudioso en continua experimentación, impulsor del teatro nacional y hábil empresario [Ver tomo 5, Cultura, pp. 279-282].
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MARINA LAMUS OBREGÓN
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Bibliografía
ARIAS, GLORIA CARMENZA, MARLENY GARCÍA y MARINA LAMUS OBREGÓN. Medio siglo de teatro en Colombia: 1900-1950. Tesis de grado. Bogotá, Instituto Caro y Cuervo, 1990. BARRERA, ERNESTO M. Realidad y fantasía en el drama social de Luis Enrique Osorio. Barcelona, Ediciones Plaza Mayor, 1973. GONZÁLEZ CAJIAO, FERNANDO. Historia del teatro en Colombia. Bogotá, Instituto Colombiano de Cultura, 1986. REYES, CARLOS JOSÉ y MAYDA WATSON. materiales para 1a historia del teatro en Colombia. Bogotá, Instituto Colombiano de Cultura, 1978.
Esta biografía fue tomada de la Gran Enciclopedia de Colombia del Círculo de Lectores, tomo de biografías.
Bibliografía
ARIAS, GLORIA CARMENZA, MARLENY GARCÍA y MARINA LAMUS OBREGÓN. Medio siglo de teatro en Colombia: 1900-1950. Tesis de grado. Bogotá, Instituto Caro y Cuervo, 1990. BARRERA, ERNESTO M. Realidad y fantasía en el drama social de Luis Enrique Osorio. Barcelona, Ediciones Plaza Mayor, 1973. GONZÁLEZ CAJIAO, FERNANDO. Historia del teatro en Colombia. Bogotá, Instituto Colombiano de Cultura, 1986. REYES, CARLOS JOSÉ y MAYDA WATSON. materiales para 1a historia del teatro en Colombia. Bogotá, Instituto Colombiano de Cultura, 1978.
Esta biografía fue tomada de la Gran Enciclopedia de Colombia del Círculo de Lectores, tomo de biografías.
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