Quien más que su familia para hablar de su vida y contar un poco acerca de su única pasión: El teatro. El personaje es Helios Fernández, un español en el papel pero más valluno que el manjar blanco. Un hombre que murió a los 63 años y que hizo historia con el Teatro Experimental de Cali y en la pantalla chica de los colombianos, quienes lo vieron por primera vez en la serie ‘El confesor‘ y la última en ‘El vuelo de la cometa‘. Sus parientes recuerdan que cuando empezó en la televisión conoció a Pepe Sánchez, quien lo invitó a continuar trabajando en algunos seriados y le depositó toda la confianza como actor de telenovelas. Su interpretación en ‘Los pecados de Inés de Hinojosa‘ es una de las telenovelas que más recuerdan sus familiares. Aída Pérez una de sus sobrinas, que vive en Cali, comenta riendo que "hasta él mismo se burlaba de su papel. No recuerdo el nombre de su personaje pero de lo que sí me acuerdo es que le tocó encresparse el pelo. El pobre parecía recién levantado de la cama, era un español, caleño vuelto costeño, ¿qué rara mezcla no?" y vuelve a reír.
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Helios vivió las duras y las maduras cuando empezó de la mano de su compañero y amigo Enrique Buenaventura la fundación del Teatro Experimental de Cali. Allí, dictando clases a jóvenes talentos, conoció a su primera esposa, Gladys Garcés. Casarse con ella y sacar adelante el nuevo Instituto de Artes del Valle fue un sueño hecho realidad que le dio la posibilidad de mostrar todo ese potencial que siempre lo caracterizó en las tablas. Con Gladys y con Enrique Buenaventura montó, dirigió y actuó en cuanta obra se les ocurrió. "La mayoría fueron un éxito" repite durante toda la entrevista Gladys, quien después de su separación hace más de 30 años y con la que tuvo una hija, dice que su relación fue amigable. "Lo consideré siempre como el mejor de los seres humanos, alguien maravilloso y completamente dedicado al teatro. Para él no había otra pasión igual".Y es que con el teatro quiso hacer de todo, hasta protestar apostándole a una postura irreverente, con obras como ‘A la diestra de Dios Padre‘, ‘El convertible rojo‘, ‘Ópera bufa‘ y ‘El maravilloso viaje de la mentira y la verdad‘, pero se calmó con su entrada a la televisión hace 14 años. En ese momento de su vida ya estaba nuevamente casado con María González, una bogotana con la que tuvo dos hijas que ahora tienen 25 y 15 años. Con ellas vivió en España durante tres años (de eso hace un año). Supuestamente fue de vacaciones y a visitar a su hija mayor que por esa época estudiaba música en Barcelona, pero en un impulso decidió radicarse de lleno en el país ibérico y hacer un poco de teatro otro poco− y sí que lo hizo y bien hecho. Actuó y dirigió algunas obras que se presentaron en los escenarios más importantes de Madrid, Valencia, Barcelona y las Islas Canarias. Precisamente con la obra ‘La orgía‘ escrita por su gran amigo Enrique Buenaventura fue con la que dio un salto al reconocimiento que se le hizo en el Festival Aguimes, de Gran Canaria el año pasado.
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María González siempre lo acompañó en todos sus recorridos, ella asegura que era un hombre aventurero, lleno de vida y al igual que su primera esposa, piensa que para Helios no había otra cosa más importante que actuar, sin importar el escenario.
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Durante su estadía en España, trataron de impulsar juntos una revista de inmigrantes llamada ‘Esta savia de América‘, dedicada a destacar las actividades culturales de los extranjeros que vivían en España. En la última edición del impreso, la vida de Helios Fernández se convirtió en el personaje central. La entrevista está a punto de salir al público español, lamentablemente no llega a Colombia. "Como no le gustaba hablar de su vida privada, decidimos que la periodista iba a ser yo y pues a mí sí me permitía preguntas intimas. Así que durante todo un día lo entrevisté y hablamos de cosas que en esos momentos yo no sabía, hasta me habló de su primera pareja, Gladys con la que tengo una excelente relación, y de la experiencia junto a ella en el teatro‘, cuenta María haciendo alusión a que Helios siempre fue un hombre muy sincero que nunca escondió sus sentimientos.
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Hace ocho meses se había devuelto para Colombia porque no se acostumbró a la vida europea. Su último papel lo hizo en ‘El vuelo de la cometa‘ interpretando al abuelo Abraham, y en las películas ‘Colombianos, un acto de fe‘ y ‘Rosario Tijeras‘.Como esposo sus dos parejas lo califican como un ser maravilloso, así, a secas. Como papá Maria Antonia y Juana sus dos hijas, que viven en Colombia, lo vieron como el mejor de los amigos. Como abuelo quedó con algo de frustración, ya que su único nieto, hijo de Marcela, vive en República Dominicana y nunca pudieron compartir el tiempo que él hubiese querido.
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Así se fue el esposo, el ser, el papá, el amigo, el abuelo y obviamente el actor, ese que no se borrará tan fácil de la memoria de todos los colombianos.
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